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sábado, 22 de abril de 2017

Kotosh y El Templo de Manos Cruzadas




Es considerada como una de las más antiguas de América. Nos referimos a los reconocida cultura de Kotosh, que gracias a sus templos y al misterio que éstos encierran, este complejo arqueológico se ha convertido en uno de los más visitados del país.
Un atardecer en Kotosh, Huánuco. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Viajar a Huánuco siempre es reconfortante. El clima cálido que ostenta es considerado como el mejor clima del Perú y del mundo. Sus deliciosos platos y danzas impresionan a los centenares de turistas. Además, diversos restos arqueológicos lucen imponentes en la también conocida “ciudad de la eterna primavera”. Uno de ellos, quizás el más representativo, es Kotosh.
Kotosh cuenta con una antigüedad de aproximádamente 4000 años. El primero en investigarlo fue el estudiante Javier Pulgar Vidal en 1934; un año después, el conocido arqueólogo peruano Julio César Tello encontraría una cantidad notable de fragmentos de cerámicas polícromas (de varios colores) perfectamente pulidas, además de restos óseos de animales y humanos. Esto llevaría a Tello a considerar a Kotosh como “el área cultural más importantes de los Andes Orientales”. Pero es recién en 1958 cuando se monta una expedición de gran embergadura, encabezada por los japoneses Seiichi Izumi y Kazuo Terada, quienes gracias a la Universidad de Tokio, inician las excavaciones en la huaca de Kotosh.
Templo de las Manos Cruzadas, Kotosh. Foto: Marco Gamarra Galindo.
Los resultados demostraron que el complejo arqueológico de Kotosh era más antiguo que la cultura Chavín. A base de las excavaciones se encontraron las actualmente famosas Manos Cruzadas. Estas misteriosas esculturas en barro han causado polémica entre arqueólogos e investigadores acerca de su significado. Algunos sostienen que representa la dualidad y complementariedad, que para ese periodo ya estaba presente.
Manos Cruzadas, llamó en su momento la curiosidad de los antropólogos. Foto: Willy Bazalar.
El Templo de las Manos Cruzadas y el Templo de los Nichitos pertenecen al periodo “Tradición Mito” (2000 a.C. – 1500 a.C.), la más antigüa de Kotosh. Se caracterizan por ser pequeños cuartos de forma cuadrangular o inclusive circular. Además, es en aquel periodo donde se realizaban ofrendas en pequeños fogones. Algunos conocedores afirman que se incineraban vegetales.
Cuando se construía un templo se realizaba el llamado “enterramiento ritual”. En esta ceremonia daban despedida al templo viejo y daban la bienvenida a uno nuevo. A lo largo de los periodos hubo semejanzas con la cerámica de la cultura Chavín. Luego, entre el año 250 y el 1 a.C., los habitantes de Kotosh se distancian de Chavín y construyen nuevos edificios, por lo que producen cerámicas de nuevo tipo como la de figuras antropomorfas. Este periodo es Kotosh-Sajarapatac.
Finalmente entre el año 1 d.C. y las décadas posteriores los habitantes abandonan el sitio y se mudan a otra parte. Cabe recalcar que la vida de estos sedentarios era tranquila ya que el clima y su cercanía al Río Higueras hacían que sus actividades diarias se realizaran cerca de sus viviendas.Indagar e investigar sobre el Perú antiguo siempre es reconfortante; saber como fue la vida de nuestros ancestros en épocas donde no existía la tecnología ni la modernidad. Donde sólo sobrevivían los más fuertes y que a consecuencia de esto, el significado de la vida era el de una lucha constante por la sobrevivencia. Pero también el de un nuevo comienzo donde se llevarían a cabo diversas construcciones arquitectónicas de las más impresionantes y obras de arte que en la actualidad son difíciles de igualar. Los invitos a visitar Kotosh, que se ubica a sólo 4 km. de la ciudad de Huánuco. Para nosotros fue una experiencia rica y única, un viaje que nunca olvidaremos. 
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Ubicación[editar]

Se halla en Kotosh, una pequeña pampa situada a 4 km al oeste de la ciudad de Huánuco y sobre el margen derecha del río Higueras.

Excavaciones[editar]

Durante la Colonia, Kotosh fue conocida como una huaca prehispánica, siendo expoliada por los buscadores de tesoros. Hasta antes de ser redescubierta en la década de 1930 tenía la apariencia de un promontorio natural. En 1934 Javier Pulgar Vidal identificó en la zona fragmentos de cerámica preinca. Al año siguiente fue visitada por el célebre arqueólogo Julio César Tello quien lo consideró un yacimiento arqueológico de mucha importancia. Tello dedujo que la cerámica de Kotosh estaba emparentada con la alfarería chavín, lo que abonaba a favor de su hipótesis de la llegada del hombre de la selva a la sierra. Kotosh, de acuerdo a este planteamiento, habría sido un eslabón importante en el surgimiento de la civilización peruana, cuya cultura matriz fue Chavín.
Tras la muerte de Tello, no hubo más investigaciones en la zona, hasta que en 1960 la Universidad de Tokio envió una expedición al mandó del profesor Seiichi Izumi, conformada por el arqueólogo Toshinico Sono, el antropólogo Kazuo Terada y otros especialistas. El equipo removió escombros en Kotosh, hasta encontrar los restos de una antiquísima construcción del precerámico, al que llamaron el Templo de las Manos Cruzadas, debido a que, en dos de sus paredes, en la parte inferior, descubrieron relieves de barro modelado en forma de brazos cruzados, de significado misterioso, aunque aparentemente de connotación religiosa.
Tras un paréntesis, en 1963 retornó Izumi al Perú, trayendo consigo un equipo de especialistas mayor que el de 1960, con el propósito de dilucidar definitivamente el misterio del Templo. Los arqueólogos desenterraron totalmente el templo de las Manos Cruzadas, confirmando que era del precerámico, al no hallarse vestigios de alfarería (hacia 1800 a. C.). Los restos de cerámica recién se hallan en la siguiente estructura superpuesta, llamada el Templo de los Nichitos. Asimismo, se estableció para la cerámica de Kotosh una larga secuencia, que llega hasta el Intermedio Temprano.

Periodos[editar]

Kotosh pasó por las siguientes fases, de acuerdo al desarrollo de su cerámica:
  • Kotosh Mito (Arcaico Tardío - Formativo Inferior). Precerámico (sin cerámica).
  • Kotosh Wairajirca (Formativo Inferior - Formativo Medio) Fechado hacia 1.850 a.C., su cerámica es de tipo gris, con figuras incisas y coloreadas después de la cocción, en rojo, blanco y amarillo.
  • Kotosh Kotosh (Formativo Medio) Fechado hacia 1.000 a.C. asociada al cultivo del maíz. Cerámica grabada, esgrafiada y con "asa estribo".
  • Kotosh Chavín (Formativo Superior) Cerámica de estilo chavín.
  • Kotosh Sajarapatac y San Blas (Intermedio Temprano). Cerámica pintada de blanco sobre pasta roja.
  • Kotosh Higueras (Intermedio Temprano)
  • Descripción[editar]


    Otra vista externa del sitio de Kotosh
    Kotosh está conformado por una serie de edificios construidos de piedra canteada con barro, de plantas cuadrangulares y sobre plataformas rellenadas con tierra de cantos rodados, piedras canteadas y barro. Estos recintos son relativamente pequeños, de entre 4 y 6 m de largo, aunque también hay de más de 10 m de largo. Todos carecen de ventanas y probablemente tenían techos planos. En el interior de cada recinto se aprecia un piso cuadrangular que consta de dos niveles: uno más bajo, en forma de piso hundido, rodeado por otro nivel más alto a modo de banqueta. El nivel bajo contiene al centro un pequeño pozo que servía de fogón, conectado a un pequeño conducto subterráneo de ventilación. Las paredes internas (y a veces las del piso hundido) tienen nichos de diversos tamaños, y en algunos casos pinturas sencillas o relieves en forma de brazos cruzados, como es el caso del Templo de las Manos Cruzadas.

    Tradición Kotosh o Mito[editar]

    Esa tendencia de hacer estructuras ceremoniales en forma de piso hundido con un fogón al medio (donde seguramente se quemaban las ofrendas) ha sido denominada Tradición Religiosa KotoshTradición Mito o Tradición de los Altares del Fuego Sagrado. Sin embargo, hay ejemplos más antiguos, como los hallados en La Galgada (Pallasca, Áncash) de hace 2.380 a.C. y Huaricoto (Marcará, Áncash), con una antigüedad de 2.796 a.C. Se han hallado también vestigios en Tantamayo (Huanuco), en Caral (Supe) y en Huacaloma (Cajamarca), por lo que debió ser una tradición muy extendida en los Andes norcentrales del Perú, desde la Costa hasta la ceja de Selva.
  • El Templo de las Manos Cruzadas[editar]


    Representación de unas manos cruzadas, modelada en terracota, hallada en Kotosh.
    Como ya se anotó, el Templo de las Manos Cruzadas es el más célebre de los recintos ceremoniales hallados en Kotosh. Tiene forma rectangular y mide 9.5 m de largo por 9.3 m de ancho. Se ingresaba por el sur, por una portada de 2.15 metros de alto.
    Sus muros, de 2.4 a 2.8 m, fueron enlucidos con una fina capa de barro color blanco-crema y engalanados con nichos y hornacinas grandes de forma trapezoidal. Debajo de dos de estos nichos se descubrieron las famosas manos cruzadas modeladas en terracota, que los arqueólogos tuvieron sumo cuidado de no dañarlo. El significado de esta representación es un misterio. Los investigadores japoneses dijeron que podía significar amistad, acercamiento, bondad. Otros estudiosos opinan que las manos fueron el elemento fundamental en el templo, pieza básica de un rito de la que sería la primera gran religión americana. Es más bien probable que el relieve pudo ser parte de una efigie mayor, que ya no se conserva.
    Como todos los templos de su tradición, el piso está dividido en dos niveles con un fogón central en el nivel inferior y un conducto de ventilación subterráneo, por donde salían los humos, hacia el exterior.

    Antigüedad[editar]

    La antigüedad asignada a este templo o recinto sagrado alcanza a más de 1.800 a.C. en pleno precerámico o arcaico tardío; se dijo en su momento que era el primer ejemplo de arquitectura religiosa, no solo del Perú, sino de toda América.




Caral situada en el valle de supe


Caral fue la capital de la civilización Caral; se encuentra situada en el valle de Supe, a 182 kilómetros al norte de Lima (Perú) y 23 km del litoral y a 350 msnm.1 Se le atribuye una antigüedad de 5000 años y es considerada la civilización más antigua de América.2 3 4 Está listada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.5
Caral-Supe se desarrolló entre 3.000 y 1.800 a.C. (Arcaico Tardío y Formativo Inferior) y fue contemporánea de otras civilizaciones primigenias como las de EgiptoIndia y Mesopotamia.

Ubicación[editar]


Bienvenidos a Caral, Perú
Caral se halla situado en el distrito de Supe de la provincia de Barranca del departamento de Lima, a 184 km al norte de Lima Metropolitana, y a 23 km de la costa del Océano Pacífico, en un espacio geográfico conocido como el Norte Chico. Para llegar al sitio arqueológico se debe tomar un desvío a la altura del km 184 de la Panamericana Norte, vía que se despliega por la margen derecha del río Supe; al llegar al centro poblado de Caral se debe seguir el desvío hacia el parador turístico, hasta el puente peatonal. Desde ahí se debe caminar aproximadamente 20 minutos hasta el Centro de Recepción.

Medio geográfico[editar]

Caral es el más imponente de todos los asentamientos urbanos del Formativo Inferior situados en el valle medio inferior de Supe. Dichos asentamientos son ocho en total: Pueblo Nuevo, Cerro Colorado, Allpacoto y Llapta (en la margen derecha) y Lurihuasi, Miraya, Chupacigarro y la misma Caral (en la margen izquierda). La zona se encuentra encerrada por la configuración de la cordillera: hacia el oeste los cerros de ambos lados del valle se cierran formando una garganta; lo mismo ocurre hacia el este. En total son 10 km de largo que conforman una sección de valle fértil, bien definido y de fácil control.8
Si hablamos de todo el espacio geográfico del valle de Supe (zona del litoral y valle medio y bajo), existen en total 20 asentamientos, pero los que muestran mayor extensión, complejidad y monumentalidad arquitectónica son los 8 mencionados anteriormente, entre los que destaca nítidamente Caral, que indudablemente habría tenido un rango preeminente entre todas.

Etimología[editar]

En los años iniciales del siglo XXI, el lingüista huachano Alfredo Torero publicó que el idioma quechua habría tenido su origen en los valles de Supe, Fortaleza y Pativilca. Esta afirmación la hizo después de estudiar la toponimia (nombres de los lugares) de los tres valles. Caral, nombre del centro poblado cercano al sitio arqueológico, aparece mencionado en los procesos de idolatrías del siglo XVII en Cajatambo. Es posible que Caral sea un nombre quechua. Sobre su significado no hay acuerdo, aunque algunos lingüistas han propuesto que significa "fibra" o "junco". O en todo caso habría sido una voz protoquechua.

Descubrimiento arqueológico[editar]


Restos de Caral.
En 1905Max Uhle investigó Áspero, un asentamiento precerámico situado en el litoral del valle de Supe, a 23 km de Caral.11 Julio C. Tello exploró el mismo lugar en 1937. No hay evidencias que ellos se adentraran en el valle de Supe y, por lo tanto, que llegaran a conocer Caral.[cita requerida]
El primero que llamó la atención sobre Caral fue el viajero estadounidense, Paul Kosok. Éste visitó el lugar juntamente con su compatriota, el arqueólogo Richard Schaedel, en 1949. En su informe, publicado en el libro "Life, Land and Water in Ancient Peru", en 1965, mencionó que Chupacigarro (como se le conocía a Caral entonces) debía ser muy antiguo, aunque no pudo precisar su antigüedad. También contiene una impresionante fotografía aérea de un sector de la ahora llamada Ciudad Sagrada de Caral.12
En 1975, el arquitecto peruano Carlos Williams hizo un detallado registro de la mayoría de los sitios arqueológicos del valle de Supe, entre los cuales registró a Chupacigarro Grande (denominación con la que entonces se conocía al actual sitio arqueológico de Caral), a partir del cual hizo algunas observaciones sobre el desarrollo de la arquitectura en los Andes. Lo presentó primeramente en el artículo Arquitectura y Urbanismo en el Antiguo Perú, publicado en 1983 en el tomo VIII de la serie "Historia del Perú" de la editorial Juan Mejía Baca.13 Y, después, en el artículo "A Scheme for the Early Monumental Architecture of the Central Coast of Peru", escrito en 1985 en el libro Early Ceremonial Architecture in the Andes.14
En 1979, el arqueólogo suizo Frederic Engel visitó el lugar, y excavó y levantó un plano del mismo. En su libro De las begonias al maíz, publicado en 1987, afirmó que Chupacigarro Grande (Caral) pudo haber sido construido antes de la aparición de la cerámica en los Andes (1800 a.C.).15 Sin embargo, los arqueólogos andinos asumieron que el asentamiento era "acerámico", es decir, que había sido construido por una población que no utilizaba la cerámica, aunque ya se conocía en otros lugares de los Andes.
En 1994Ruth Shady recorrió nuevamente el valle de Supe y reidentificó 18 sitios con las mismas características arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los cuatro conocidos como Chupacigarro Grande, Chupacigarro Chico, Chupacigarro Centro y Chupacigarro Oeste. Para diferenciarlos Shady los denominó, Caral, ChupacigarroMiraya y Lurihuasi. Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los poblados más cercanos a los sitios. Chupacigarro es el nombre español de un ave del lugar.
El equipo dirigido por Shady excavó en Caral, a partir de 1996. Ella presentó sus datos, por primera vez, en 1997, en el libro La Ciudad Sagrada de Caral-Supe en los albores de la civilización en el Perú. En ese tratado sustentó abiertamente la antigüedad precerámica de Caral, afirmación que consolidó de manera irrefutable en los años siguientes, a través de excavaciones intensivas en el lugar.16
El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe está a cargo de los trabajos de investigación y restauración en Caral, así como de los asentamientos coetáneos del valle de Supe (Áspero, Chupacigarro, Miraya, Lurihuasi y Allpacoto) y del valle de Huaura (Vichama).

Antigüedad[editar]

Se ha confirmado la antigüedad de la civilización caralina a través de 146 fechados radio carbónicos realizados en los Estados Unidos. Según éstos, Caral tiene una antigüedad de 5.000 años aproximadamente, cuando en el resto de América el desarrollo urbano comienza 1500 años después (como Monte Albán, en Mesoamérica).6 El hallazgo de Caral cambió así los esquemas que hasta entonces se tenían sobre el surgimiento de las antiguas civilizaciones en el Perú. Anteriormente se consideraba a Chavín de Huántar como el foco cultural de más vieja data en el Perú, con un máximo de 1500 años a.C.

Ciudad sagrada[editar]


El Altar del Fuego Sagrado en Caral.
Los estudiosos lo han calificado como ciudad debido a su organización, extensión y diversidad de edificios. Efectivamente, consta de un conjunto de edificios monumentales diversos, con distintas funciones ceremoniales y administrativas, y en donde se desarrollaron innovaciones arquitectónicas y tecnológicas importantes. Cronológicamente, es el más antiguo asentamiento de América que presenta dichas características, y por ello se le considera como la primera ciudad de América.3
Se le ha llamado también ciudad sagrada ya que todo lo que se ha excavado en la ciudad está impregnado de religiosidad. Hay muchos fogones para ofrendas, así como señales de posibles rituales en cada lugar, no solamente en las áreas de espacio público o en los templos sino incluso en las viviendas. En los fogones se quemarían alimentos u otros objetos como ofrendas.20 Todo lo cual nos indica que fue en esa época en que por primera vez las sociedades peruanas tuvieron un gobierno central, en donde se establece el estado y se utiliza la religión como medio de afirmación